Salud y Belleza

10 hábitos de los padres que afectan a los hijos

Bien dicen por ahí que no nacemos sabiendo ser padres, vamos aprendiendo con el tiempo, con la prueba y el error. Y, aunque tengamos varios hijos o ellos ya sean grandes, seguimos cometiendo errores, somos humanos.

A veces por ignorancia otras porque simplemente no nos damos cuenta, pero hay muchos hábitos que tenemos y que, sin querer, afectan a nuestros hijos.  Lo primero es identificarlos:

10 hábitos de los padres que afectan a los hijos

1. Hablar cosas de adultos enfrente de los niños

Muy común y realmente perjudicial. Platicamos enfrente de ellos como si “no entendieran” o como si no estuvieran presentes. Es como si fueran invisibles, no nos damos cuenta de que están muy atentos a nuestras palabras y que estas les afectan verdaderamente.  Al hablar de los problemas de adultos lo único que conseguimos es transmitirles ese estrés. Ojo, aunque creas que están viendo la tele o en su juego, están pendientes de todo.  Si es una charla que pueden escuchar, intégralos, así no se sentirán invisibles, si son temas complejos, mejor trátalos aparte.

2. No mirarlos cuando te hablan

Los niños lo único que quieren es atención, saber que cuentan contigo y que eres capaz de escucharlos. Aunque estés muy ocupada, toma unos segundos y míralos cuando te hablen. Deja el celular, de trabajar , deja lo que estés haciendo y toma unos segundos para atender lo que te dicen. Es más, agáchate a su altura, transmítele confianza y seguridad.

 

3. Los padres ausentes

En esta nota te expliqué cómo afecta una mamá ausente a sus hijos. Con esto no quiero decir que tu vida gire única y exclusivamente en torno a los niños. Hay que ser realistas, en la actualidad es muy difícil que las mamás nos quedemos todo el día en casa, ya sea por satisfacción personal o simplemente porque el dinero no alcanza. Incluso si te dedicas al hogar, tienes que hacer cosas individuales, por tu propio bien. ¿Qué hacer entonces? La respuesta es tiempo de calidad. Los momentos que dediques a tus hijos, deben ser de ellos. Ellos son capaces de entender las razones por las que debes salir a trabajar, por ejemplo, lo que no pueden entender es que no respetes sus momentos, así que haz que valgan.

4. La prisa eterna

Hablamos un poco más de la famosa prisa eterna en esta nota. Y es que estamos enrolando a nuestros hijos en la vorágine de vivir sin disfrutar el presente, siempre a prisa, lo que sigue. Andamos sin disfrutar el camino.

5. No cumplir

Ya sea una reprimenda o un premio, pero no cumplir te coloca como una persona en la que no se puede confiar ni creer.  Ojo, a ellos no se le olvida. Si crees que aquello que prometiste va a caer en el olvido te equivocas.  Se consecuente y cumple lo que dices. Si se ganó una semana sin televisión, aunque llore, NO LO DEJES VER TELEVISIÓN. Si le fue increíble en sus exámenes y le dijiste que lo llevarías al parque de diversiones, ¡haz un esfuerzo y cumple!

6. No predicar con el ejemplo

Le repites todo el tiempo que debe comer sano: frutas, verduras, agua simple, pero te ve comiendo golosinas, refrescos y comida chatarra. ¿Te das cuenta de la incoherencia? Qué tal cuando le dices: “fumar es dañino”, pero diario te echas una cajetilla de cigarro. O cuando le exiges que, “no diga groserías”, pero te escucha a ti un “lenguaje florido”.  Ellos aprenden más de lo que ven en ti que de lo que les dices.

7. Ocultar emociones

Estamos en el siglo XXI, ¿por qué tendrías que decirle a un niño que “los hombres no lloran” o a una niña que “calladita se ve más bonita”? ¡Termina con eso de una vez! No coartes la expresión de sentimientos, eso sí, enséñales a identificar esas emociones para que no se desborden. ¡Todo tiene límites! Es decir, se vale sentir enojo, todos lo hemos experimentado, lo que no se vale es  agredir, ser violento o irrespetuoso.

8. Porque lo digo yo.

Imponer sin sentido, solo “porque soy tu madre” o “porque lo digo yo”, no abona mucho a que entienda y asimile el por qué debe seguir la instrucción. Nuestra misión como padres es educarlos, no reprimirlos. No subestimes su capacidad de escuchar y comprender explicaciones. Conocer las razones y consecuencias de los actos, profundiza el respeto entre padres e hijos y ayuda a evitar que el mal comportamiento se repita.

9. Acostarse tarde

Los niños deben dormir como mínimo 10 horas. Dejar que se desvelen o se acuesten a la misma hora que los adultos, afecta su salud. Dormir poco ocasiona a la larga desequilibrios hormonales, bajo rendimiento académico e incluso se relaciona con obesidad. Aquí te explico un poco más las consecuencias. Crea una rutina de sueño para tus hijos,  así les será más fácil y acostumbrarán a su cuerpo.

10. Higiene inadecuada

Hay muchos niños a los que les cuesta trabajo formar hábitos de higiene. No se quieren bañar, se les olvida lavarse los dientes, no se lavan las manos o no levantan sus cosas… Y los vamos dejando, los vamos dejando…  Con suerte se corrigen solos, pero la mayoría de las veces no es así y terminan con dentadura llena de caries a temprana edad o infecciones  severas. La higiene no es opcional, sino parte de la salud. ¡Tienes que vigilarlos muy bien!

 

 

 

 

 

 

 

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