Ginebra, Suiza.- El Comité de Desapariciones Forzadas de la Organizaciones de las Naciones Unidas que evalúa a México no hizo especial hincapié sobre el caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, víctimas de desaparición forzada desde el 26 de septiembre del 2014, pues señalaron no ser el foro adecuado para tratar el tema.

Sin embargo dejaron claro que el caso es emblemático y ejemplo de un problema que, lamentablemente, es mayor.

El caso estuvo presente en el segundo día de evaluación del gobierno mexicano sobre su actuación en el delito de lesa humanidad. El primero en referirlo fue Juan Manuel Gómez Robledo, jefe de la delegación mexicana y subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien pidió un minuto de silencio por ellos.

En la sala estaban presentes Hilda Legideño y Bernabé Abraján, padres de 2 de los 43 jóvenes, quienes escucharon las explicaciones dadas en distintas ocasiones por los 27 miembros de la delegación.

El escepticismo de Legideño y Abraján quedó en evidencia en varias ocasiones en la que sus cabezas se movían en un gesto de negación al escuchar algunas explicaciones.

En un encuentro posterior con la prensa, Legideño denunció la inacción del Gobierno mexicano y los engaños de las autoridades. «Hay inconsistencias en las investigaciones, se está tapando al Gobierno porque fueron policías los que se llevaron a nuestros hijos, ¿por qué no se les investiga?«, se preguntó.

Legideño agregó que, durante las intervenciones de los representantes del Gobierno mexicano, les escuchó hablar de apoyo a los familiares de desaparecidos, pero dijo que «eso es falso».

«Hoy decidimos venir aquí para que nos apoyen a que se haga Justicia y que se acabe este tormento», indicó, por su parte Bernabé.

Guerra Sucia y protección a víctimas

El relator Rainer Huhle hizo referencia al hecho de que durante la búsqueda de los 43 estudiantes se han encontrado fosas comunes con más de 40 cuerpos, lo que le dio pie a reiterar cuestiones sobre la «guerra sucia» de los años 70 y 80.

Otro de los temas más recurrentes durante las diferentes rondas de preguntas y respuestas fue el de laprotección a los familiares de las personas desaparecidas o de los testigos de algunos casos, «dado que queremos evitar la revictimización», especificó el relator Luciano Hazan.

También estuvo entre los asuntos más reiterados la reforma constitucional que permitirá que haya una sola legislación en la Federación mexicana sobre las desapariciones forzadas, dado que, hasta la fecha, cada estado tiene su propia legislación y algunos ni tan siquiera incluyen ese delito.