ANCHORAGE, Alaska (AP) – Alaska ya no requerirá que los viajeros tengan una prueba COVID-19 negativa cuando lleguen al estado, dijo el domingo el gobernador Mike Dunleavy al esbozar los planes para que el estado pase a una fase de recuperación.
El anuncio se produjo después de que expirara la declaración de emergencia del estado el domingo.
Dunleavy ordenó a sus comisionados y empleados estatales que continuaran siguiendo las políticas que estaban vigentes bajo la declaración. Sin embargo, los funcionarios pasarán las próximas semanas revisando qué políticas aún son necesarias.
«Mi administración comenzará a hacer avanzar Alaska, su economía y nuestras vidas a través de este proceso de transición y recuperación», dijo Dunleavy en un comunicado. “No se equivoque al respecto, el virus puede estar con nosotros durante algún tiempo. Pero los datos muestran que lo peor probablemente ya pasó ”.
Alaska ha tenido un total de 54,282 casos residentes del virus y 280 habitantes de Alaska han muerto. El estado, que tiene una población de aproximadamente 728.000 habitantes, ha administrado 175.135 dosis de vacunas.
«No importa qué métricas mire, Alaska lo está haciendo bastante bien, probablemente mejor que la mayoría de los estados», dijo Dunleavy en una conferencia de prensa. «Y esto nos da la confianza de que a medida que avancemos, continuaremos administrando este virus tan bien o mejor que la mayoría de las otras regiones».
El estado emitió varios avisos de salud nuevos el domingo, incluida la eliminación de la necesidad de una prueba negativa para los viajeros. Sin embargo, Dunleavy dijo que los viajeros aún pueden hacerse exámenes cuando llegan a los aeropuertos del estado si lo desean durante los próximos meses. Estas pruebas no serán gratuitas, dijo el gobernador republicano. Anteriormente, a los no residentes de Alaska se les cobraba $ 250 por las pruebas.
Otro aviso continúa alentando a los habitantes de Alaska a usar máscaras y distancia social. Alaska nunca ha tenido un mandato de máscara en todo el estado.
Las órdenes de Dunleavy no afectan las reglas establecidas por los municipios, como Anchorage. La ciudad más grande del estado tiene un mandato de máscaras.