ROCKVILLE, Maryland, EE.UU. (AP) — Las autoridades no han hallado indicios de remordimiento en un policía acusado de disparar en varios estacionamientos en Maryland durante dos días que dejaron tres personas muertas y tres heridas. Se prevé que Eulalio Tordil, de 62 años, se presente por primera vez ante la corte el lunes en Rockville, un suburbio cerca de la capital de la nación, por cargos que incluyen asesinato premeditado.
La policía informó que los tiroteos comenzaron el jueves cuando Tordil mató a su esposa, Gladys Tordil, una maestra de química y de quien estaba separado. Tordil le disparó a la mujer en un estacionamiento y una persona que pasaba por ahí resultó herida.
Las balaceras siguieron el viernes en los aparcaderos de dos centros comerciales. En el primero, un hombre murió y su amigo resultó herido cuando acudieron a ayudar a una mujer que también estaba herida. En el segundo, una mujer fue asesinada en su vehículo.
La policía identificó a las víctimas fatales del viernes como Malcom Winffel, de 45 años y Claudina Molina, de 65.
La familia de Winffel no se sorprendió de saber que murió tratando de ayudar a otros. «Él siempre estaba ayudando a la gente», dijo su hermana Pilar Winffel. «El amigo de un amigo se estaba mudando y él iba a ayudar».
En conferencia de prensa el sábado, el funcionario de la policía Russ Hamill dijo que Winffel y su amigo «actuaron desinteresada y heroicamente», posiblemente salvando la vida la mujer que había sido baleada.
Hamill dijo que el amigo de Winffel, quien el viernes fue reportado como grave, «está progresando y esperemos que sobreviva».
El funcionario agregó que Tordil habló un poco con los investigadores sobre el tiroteo pero dijo: «no lo describiría como alguien con remordimiento».
Eulalio Tordil, un empleado de la empresa Federal Protective Service, que proporciona seguridad a propiedades federales, fue arrestado sin resistencia cerca del supermercado donde fue la última balacera, informaron las autoridades.
Tordil fue asignado a tareas administrativas en marzo después de que se emitió una orden de protección judicial en su contra, luego de que su esposa lo acusó de que la amenazó si lo abandonaba. Sometía a sus hijos a una «disciplina intensa tipo militar», como realizar flexiones con los brazos y detención en un armario oscuro, dijo la esposa, según la orden de alejamiento.