Tras el intercambio de disparos de artillería entre Corea del Norte y Corea del Sur, el gobierno de Estados Unidos ha instado al régimen comunista a detener cualquier acción “provocadora” que pueda aumentar las tensiones entre ambas naciones.
Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte, señaló que pondrá a sus tropas en un estado “de guerra” a partir de las 5 de la tarde de este viernes, además de declarar un estado “prácticamente de guerra” en las zonas limítrofes con Corea del Sur, señaló la agencia oficial KCNA.
El conflicto inició por la transmisión de propaganda contra el régimen de Norcorea por parte del gobierno de Seul, mismo que derivó en un ataque de artillería por parte de las fuerzas comunistas. Afortunadamente, no hubo muertos ni heridos por estas acciones militares.
Desafiante, el gobierno de Corea del Sur señaló que continuarán con las transmisiones de propaganda anti comunista. El pasado 10 de agosto, la administración cuya capital se encuentra en Seúl renovó las transmisiones de propaganda mediante altavoces, una táctica que se había utilizado por última vez en el 2004.
El presidente de la Corea democrática Park Geun-hye instruyó a sus ministros de defensa a actuar “con firmeza” ante lo que considera son provocaciones de los comunistas.