ANCHORAGE, Alaska (AP) – Un experto nacional en atención médica para personas sin hogar dice que un brote de coronavirus en un refugio de Alaska puede ser parte de la falta de una estrategia nacional para evaluar a los miembros de la población sin hogar.
Alaska Public Media informó el martes que un brote reciente en el refugio Brother Francis en Anchorage se extendió a decenas de residentes que se habían quedado allí y que hasta el domingo habían infectado al menos a 93 personas.
Cuando se detectó el primer caso de COVID-19 en el refugio, el residente que dio positivo ya no se quedaba allí.
Bobby Watt, director ejecutivo del National Health Care for the Homeless Council con sede en Nashville, Tennessee, dijo que existe un problema mayor que si el brote de Anchorage podría haberse detectado antes con pruebas regulares.
“Es difícil decir qué deberían haberlo hecho mejor, así como deberían haberlo sabido. Especialmente porque no existe una estrategia nacional de pruebas. En absoluto ”, dijo Watt.
La directora ejecutiva de Servicios Sociales Católicos, Lisa Aquino, dijo que la organización, que opera el refugio Brother Francis, estaba coordinando con el Centro de Operaciones de Emergencia de la ciudad en las pruebas cuando se detectó el primer caso.
“Habíamos estado trabajando con ellos para averiguar la logística de eso para asegurarnos de que hubiera suficientes refugios no congregados disponibles si había casos positivos”, dijo Aquino.
Watt dijo que el hermano Francis y otros brotes ilustran las consecuencias de la falta de una estrategia más amplia, lo que obliga a los departamentos de salud y refugios locales a tomar decisiones sobre dónde priorizar las pruebas limitadas sin acceso a todos los datos necesarios.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades federales no ofrecen una guía significativa sobre cómo evaluar a la población sin hogar, mientras que organizaciones como el Consejo Nacional de Atención Médica para Personas sin Hogar brindan consejos que no siempre se incorporan localmente, dijo Watt.
“Desafortunadamente, es ciudad por ciudad, condado por condado, todos están en su propio departamento de salud con sus propios recursos, elaborando planes muy diferentes”, dijo Watt.
Para la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, que desaparecen en dos o tres semanas. Para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar enfermedades más graves, incluida la neumonía, y la muerte.
Se cree que la cantidad de infecciones es mucho mayor porque muchas personas no se han hecho la prueba y los estudios sugieren que las personas pueden infectarse con el virus sin sentirse enfermas.