Salud y Belleza

El método que mejor funciona si te ha entrado agua en el oído

Cuando se nos mete agua en el oído solemos saltos a la pata coja y sacudir la cabeza como posesos. Pero eso es justo lo que no hay que hacer. Los otorrinos nos cuentan cómo ponerle remedio a esta molestia tan común en verano sin dañar tus oídos.

Esta dolencia es muy habitual en verano cuando se pasa mucho rato bañándose en el mar o en la piscina, y no es exclusiva de los amantes de los deportes acuáticos. De hecho, es muy habitual ver a la gente haciendo todo tipo de piruetas y maniobras absurdas para intentar sacar el agua que se les ha quedado metida en el oído.

Si se queda dentro puede producir inflamación e incluso una infección por culpa de una humedad excesiva, tal y como lo señala una publicación en American Academy of Otolaryngology–Head and Neck Surgery Foundation.

Hay muchas formas de sacar el agua de los oídos:

  • Inclinar la cabeza hacia un lado y presionar con la palma de la mano. Para hacerlo correctamente, los otorrinos recomiendan seguir este paso a paso: colocar la cabeza ladeada hacia abajo, de manera que el oído quede paralelo al suelo, y la palma de tu mano sobre este oído afectado. A continuación debes presionar suavemente hacia dentro y hacia fuera, creando así un efecto de vacío. Esto provocará un movimiento de bombeo y el agua terminará saliendo
  • Tirar del lóbulo de la oreja. Este remedio es muy útil cuando el agua se encuentra muy profunda, pero para que sea eficaz tienes que saltar mientras estiras el lóbulo de la oreja, así abrirás el conducto auditivo.
  • Aplicar un paño caliente. También una solución efectiva. Consiste en colocar el trapo caliente e inclinar la cabeza hacia el lado obstruido durante 30 segundos. Puede que necesites repetir esta operación cuatro o cinco veces hasta que salga el agua.
  • Probar con gotas de vinagre y alcohol. El secreto está en utilizar la misma cantidad de los dos elementos, por lo que te será muy práctico utilizar un cuentagotas. Deja que actúe un par de minutos y voltea la cabeza para ayudar a que salga el líquido. Puedes hacer lo mismo aplicando unas gotas de alcohol boricado a saturación preparado en farmacias, que consigue absorber el agua. Aplícalo en tu oído, déjalo actuar unos cinco minutos, manteniendo la cabeza inclinada. Pasado ese tiempo, gira la cabeza para que el líquido salga y habrás solucionado el problema.
  • Aplicar calor para que el agua se evapore. Puedes usar un secador de pelo, colocándolo a una distancia prudente (unos 20 cm), con su potencia más baja y una temperatura no demasiado alta, para evitar que se queme la piel, moviéndolo hacia delante y hacia atrás. Después de unos minutos tu oído quedará totalmente seco.

No se trata de ir probando todos estos trucos y remedios populares. Cualquier de ellos es válido, pero lo fundamental es hacerlo de forma segura, sin exponer el canal auditivo a lesiones. Sobre todo hay que tener especial cuidado si hay un problema previo en el tímpano o cualquier parte del oído.

De entre todas estas soluciones, los otorrinos se inclinan por la última: utilizar un secador de pelo a una distancia prudencial, a fin de no quemarse, para secar el oído. Este es a su criterio el método menos agresivo. En caso necesario, “usar un secador de pelo a la temperatura y velocidad más bajas puede ayudar”, confirma el doctor Ignacio Arruti González, jefe de ORL del complejo Hospitalario de Navarra.