JUNEAU, Alaska (AP) – El gobernador de Alaska Mike Dunleavy, dijo que el estado trazará su propio curso al decidir cómo reabrir partes de la economía restringidas o cerradas por preocupaciones con el coronavirus.
«Continuaremos analizando esto a través de la lente de Alaska y lo que Alaska necesita», dijo el republicano el jueves por la noche, señalando aspectos únicos del estado, incluidas las comunidades aisladas que carecen de la infraestructura de atención médica de otros lugares.
Dunleavy dijo que el estado continúa aumentando su capacidad de pruebas, y su directora médica, la Dra. Anne Zink, ha dicho que las pruebas, y las pruebas generales, serán importantes a medida que el estado evalúe las restricciones de flexibilización.
Los funcionarios estatales han anunciado planes para levantar por fases las restricciones en las actividades de atención médica, un proceso que incluye llamadas para realizar pruebas antes de ciertos procedimientos y pruebas en la medida de lo posible de pacientes ingresados en instalaciones como hospitales y centros de atención a largo plazo.
El presidente Donald Trump publicó el jueves pautas para aliviar las restricciones comerciales que en parte requieren una trayectoria descendente de pruebas positivas o casos documentados dentro de un período de 14 días.
Dunleavy, un aliado de Trump, dijo que el estado ha estado analizando sus datos y trazaría un rumbo que «nos hace volver a abrir la sociedad tan pronto como sea posible, nuevamente, sin arriesgar la salud de los habitantes de Alaska».
El estado ha informado al menos 309 casos de COVID-19, con nueve muertes relacionadas con la enfermedad hasta el momento. De los casos reportados, el estado dijo que 128 personas se han recuperado.
Si bien el estado ha aflojado sus criterios de evaluación, Zink dijo esta semana que las pruebas parecen haberse estancado. Ella dijo que la gripe ha disminuido y creía que las enfermedades respiratorias en general han disminuido, por lo que las personas no tienen síntomas como fiebre. También dijo que la gente se queda en casa y que COVID-19 puede ser un diagnóstico difícil.
«Las limitaciones significativas» en la capacidad de prueba y las capacidades desde el principio también podrían haber jugado un papel, dijo. «Hay algo residual:» Fue realmente difícil para mí hace una semana, estoy seguro de que va a ser difícil ahora «», dijo Zink el jueves.
El viernes, Zink dijo que le gustaría ver más pruebas, incluso en hospitales. Los hospitales en Alaska no han sido capaces de asegurar productos químicos conocidos como reactivos de la misma manera que muchos hospitales en los 48 Inferiores, un problema que el estado ha presionado a nivel federal, dijo.
Las tasas de prueba del estado a principios del viernes por la tarde: 12.81 pruebas por cada 1,000 personas, eran más altas que la tasa nacional de 10.82, según un análisis de datos del Proyecto de Seguimiento COVID de The Associated Press. Más de la mitad de los estados tenían tasas inferiores al nivel nacional.
Zink ha dicho que el trabajo dentro del estado para producir suministros de prueba ha ayudado con una estrecha cadena de suministro nacional.