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Los Denver Broncos mandan a Ryan Clady a los New York Jets

En Denver no tienen claro quien será su quarterback el año que viene, pero sí tienen claro quien no será su protector del lado izquierdo de la línea ofensiva. Ryan Clady, el titular del puesto en los últimos ocho años, ha sido traspasado a los New York Jets. Los Broncos, además, mandan una séptima ronda a Nueva York; a cambio reciben una quinta ronda de los Jets.

Desde el lado de los actuales campeones de la Super Bowl el traspaso tiene todo el sentido del mundo. Clady se ha perdido un montón de partidos en las últimas temporadas y su línea ofensiva necesitaba una reconstrucción, pues es una unidad que no ha rendido al nivel en el último año. El año pasado estuvieron sin él debido a que se rompió los ligamentos en los entrenamientos de mayo. Su sueldo para este 2016 sería de casi 10 millones de dólares y, en caso de mantenerlo, de casi 20 millones por las dos próximas campañas.

En esta offseason en Denver han firmado a Russell Okung para el puesto, y tan sólo por cinco millones de dólares anuales, con ninguna garantía a partir del 2016. En vez de cortar a Clady, como está claro que acabarían haciendo, han esperado a que una oferta llegase, como así ha sido. De esta forma liberan espacio salarial que pueden emplear, si así lo desean, en poner algo más de dinero sobre la mesa para fichar, al fin, a un QB.

El movimiento de los Jets también es muy lógico. Esta misma semana se les ha retirado D’Brickashaw Ferguson, el dueño del puesto en la última década, al que no querían pagarle lo que demandaba para seguir en la liga. Sin perder tiempo, se han lanzado a por Clady por un precio bastante razonable, el de sea quinta ronda, y reestructurándole el contrato: cobrará seis millones este año y, con incentivos tales como estar sano y cumplir con los objetivos del equipo, podría llegar a alcanzar esos 20 millones que le quedaban en su contrato para los dos próximos años.

El jugador está dispuesto a esta nueva aventura, y a renacer como el gran left tackle que una vez fue, como lo demuestra el hecho de que no haya puesto pegas para reestructurar su contrato, paso imprescindible antes de este traspaso según se desprende de la actitud de los Jets.

En principio, y sobre el papel, aquí gana todo el mundo.