En Denver se respira calma, ya con Peyton Manning de vuelta tras una prolongada lesión en el pie. Mientras tanto, del otro lado de la trinchera, en Pittsburgh, la preocupación gobierna tras la lesión de Ben Roethlisberger que se suma a una larga lista de jugadores lastimados en el equipo.
De hecho, según reportes, Manning podría llegar este fin de semana como el quarterback más saludable del partido de postemporada que disputarán los Broncos, pues su rival trata de recuperarse de un esguince en el hombro derecho, mientras que el joven que lo sustituyó durante buena parte de la campaña, sufrió una torcedura en la rodilla derecha.
«Evidentemente no he jugado mucho acá en las últimas semanas. Necesitaba ese tiempo para que sanara parte de mi cuerpo. Simultáneamente, otras partes del cuerpo aprovechan eso, ¿cierto? No recibes golpes, tratas de aprovechar eso y de sentirte mejor», advirtió Peyton, quien se perdió siete semanas por una lesión en el pie izquierdo, jugará de inicio su primer partido de inicio desde el 15 de noviembre.
Por su parte, Ben Roethlisberger promete hacer todo lo posible para jugar por Pittsburgh. El quarterback se lastimó al ser capturado por el linebacker de Cincinnati, Vontaze Burfict, en la segunda mitad del encuentro de comodines, que los Steelers ganaron en forma milagrosa por 18-16.
La lista de lesionados en Pittsburgh es amplia, pues Antonio Brown (conmoción,) DeAngelo Williams (tobillo), Ryan Shazier (rodilla) y Cam Hayward (espalda) no entrenaron el miércoles.
Brock Osweiler, quien reemplazó a Manning durante su ausencia, se lesionó hace dos semanas, en un partido ante San Diego. En ese compromiso, Manning reapareció y consiguió la victoria, para que los Broncos aseguraran el primer puesto de la Conferencia Americana.
Roethlisberger se perdió la práctica del miércoles. Landry Jones y Michael Vick compartieron las funciones de mariscal de campo durante el entrenamiento de los Steelers.
«Quiero estar ahí (el domingo), a menos que le haga daño al equipo», manifestó Roethlisberger. «Si no puedo lanzar el balón a 25 o 30 yardas, creo que le haré daño al equipo. Por lo tanto, no creo que queramos ponernos en esa situación. Pero lo haré si encontramos una forma de que yo esté ahí, ya sea con medicamentos para el dolor o cualquier cosa».