Salud y Belleza

Mitos y realidades sobre la cuarentena

Es posible que hayas escuchado historias y consejos de tu mamá, abuela o tías sobre los cuidados que la mujer debe seguir durante la cuarentena. Quizás recuerdes que cuando familiares cercanas daban a luz, las mujeres de la familia les recomendaban no exponerse a corrientes de aire, al frío ni al sol.

Decían que era para evitar dolores de cabeza, cólicos, dolor en los huesos, fiebre, escalofríos, enfriamiento de la matriz e incluso para que no se les fuera la leche. «Abrígate bien, cúbrete la cabeza, ponte calcetas, no andes descalza», eran y siguen siendo consejos comunes durante el periodo entre 40 y 45 días después de dar a luz.

Cuando Virginia Gaglione, una inmigrante argentina radicada en Los Ángeles, se convirtió en madre, recordó todas las creencias populares que había escuchado sobre la cuarentena.

«Me dijeron que no podía teñirme el pelo, que si comía picante le saldrían manchitas en la cara al bebé, que le tenía que cortar las uñas con la boca y no con tijeras, y que tenía que ponerle aceite en la cabeza para que le creciera el pelo. Siempre me quedaba con muchas dudas», dice.

Algunas madres también aconsejaban evitar hacer esfuerzos con la vista al coser, o al ver televisión o pasar mucho tiempo sentadas porque esto podía provocar dolores de espalda y riñones.

En algunas culturas incluso se recomienda cuidar los oídos y se acostumbra taparlos con algodón o tapones al salir del hospital donde se ha dado a luz. Esto para evitar la entrada de chiflones de aire que pudieran causar dolores de cabeza, zumbidos y hasta sordera.

Pero más de una vez nos hemos preguntado qué tan ciertos son estos consejos y qué tanto de mito hay en ellos.

Mitos

Abrigarse
Hasta ahora se considera un mito tener que abrigarse bien durante el posparto, afirma Elena Campili Stauss, partera certificada de la clínica Partería y Salud de la Mujer en Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos (Santa Fe Midwifery & Women’s Health). Tampoco está probado que andar descalza haga daño o que las corrientes de aire disminuyan la producción de leche materna.

No bañarse

Bañarse bajo la regadera o ducharse no hace daño. Lo que sí es perjudicial durante el posparto es sumergirse en una tina, jacuzzi o en aguas termales. No se debe hacer esto al menos hasta terminar de sangrar, indica Campili Stauss. Tampoco es buena idea meterse a una piscina o al mar antes de que haya pasado un mes del parto. Es desaconsejable hacerlo porque la inmersión podría causar una infección intrauterina.

Tomar atoles para producir más leche
Hasta ahora no está probado que los atoles incrementen la producción de leche materna. No sabemos si más adelante surjan estudios que afirmen lo contrario, dice Campili Staus. Lo que sí se sabe es que la producción de leche se estimula al darle pecho al bebé cada cuatro horas (o más seguido), o bien usar el extractor de leche materna entre comidas o después de darle de comer al bebé, si el bebé no se ha alimentado completamente.

No salir a la calle
Puedes salir de casa si tienes energía y te sientes bien, pero no te excedas ni cargues nada pesado, dice Campili Stauss. Por otra parte, no hay ningún problema si lees, ves televisión, manejas un auto, coses, usas la computadora, cocinas, tejes o hablas por celular. Nada de esto te hará daño. Pero ten en cuenta que el posparto es un tiempo de recuperación, así que no exageres. Lo mejor es escuchar a tu cuerpo.

No pintarse las uñas ni teñirse el cabello

Lo puedes hacer, pero es recomendable usar productos naturales que no contengan químicos que pudieran pasar a la leche que le das a tu hijo. También se sugiere hacerlo en un lugar con suficiente ventilación para evitar respirar los fuertes olores que despiden los esmaltes de uñas y el tinte para cabello.

La leche «se va»
Es un mito que la leche «se vaya» a causa de un susto, por enojarte, enfriarte o mojarte.

Realidades

Hacer ejercicio
No es recomendable hacer ejercicio durante las primeras semanas después de dar a luz. Estarás forzando a tu cuerpo y retardarás tu recuperación. Recuerda que necesitas energía para restablecerte. Si te sientes bien dos semanas después del parto, puedes caminar un poco. Sin embargo, no se aconseja ir al gimnasio.

Algunas mujeres sienten malestar vaginal al caminar o al estar mucho tiempo de pie, así que es mejor esperar a que tu cuerpo esté listo para hacer ejercicio. Es recomendable esperar alrededor de cinco a seis semanas después del parto para comenzar a hacer ejercicios suaves, siempre que el médico no indique otra cosa. Es ese periodo, es posible que tus órganos hayan recuperado su posición original.

No tomar bebidas alcohólicas
No debes beber alcohol, incluyendo la cerveza. Si se te antoja una, toma una sin alcohol, aconseja Campili Stauss.

Cuidado con la cafeína
También es recomendable evitar la cafeína pues esta puede pasar a la leche. Si no puedes resistirte, toma una taza de café descafeinado.

Cuidar lo que te pones en la piel
Ten cuidado al aplicarte preparaciones para adelgazar y reafirmar que contengan sustancias como el éter porque estas pueden pasar a la leche. Lo mejor es usar cremas que no contengan químicos.

Pros y contras de las fajas
Aunque se cree que la faja ayuda a recuperar la figura, a reafirmar la piel y a reducir el vientre durante los 40 días posteriores al parto, su uso es controversial. Campili Stauss afirma que la faja puede ser benéfica si tus músculos se han relajado o estirado mucho durante el embarazo.

Sin embargo, también asegura que al usar una faja no se usan los músculos del abdomen y esto podría hacer que se atrofien. Para algunas mujeres, usar faja puede llegar a ser intolerable a causa de la presión que provoca. Es por ello que algunas mujeres prefieren vendarse el abdomen en vez de usar faja.

Si tuviste cesárea, algunos expertos recomiendan no usar fajas tipo pantalón o calzón porque bloquean la transpiración y dificultan la cicatrización de la episiotomía. No se aconseja usar faja hasta que la herida haya cicatrizado por completo. Algunas mujeres que tuvieron cesárea aseguran haberse sentido más cómodas porque la faja redujo la sensación de tener «tejidos sueltos». Pero la faja no redujo el tamaño del vientre.

Lo más aconsejable es consultar a tu médico antes de usar una faja posparto. Si quieres reducir el tamaño de tu abdomen y recuperar la figura, no hay nada cómo hacer ejercicio, pero hazlo después de los 40 días.

La faja posparto ayuda a corregir la postura, a darle estabilidad a la espalda y a disminuir la sensación de vacío en el abdomen. Además facilita los movimientos de las madres, disminuye los dolores e incluso ayuda a las mamás a sentirse más atractivas. Sin embargo, las fajas posparto tienen ciertas desventajas, como debilitar los músculos al no permitirles trabajar. También algunas mujeres creen que no es necesario hacer ejercicio para recuperar la figura.

Para Campili Stauss no debe descartarse que en el futuro se demuestre que algunas de las creencias de nuestras abuelas tenían algo de verdad. Pero por ahora pocas de ellas están comprobadas científicamente.

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