El presidente, Donald Trump, pidió ayuda política a líderes evangélicos este lunes por la noche en una reunión a puerta cerrada tras advertir de graves consecuencias para sus congregaciones si los republicanos pierden en las elecciones legislativas de noviembre .
«Estás a una elección de perder todo lo que tienes» dijo el presidente, y añadió que sus oponentes eran «personas violentas» que anularían esos logros «violentamente». Trump hizo estas declaraciones en la Casa Blanca ante pastores evangélicos, a los que el mandatario alertó de que si los demócratas logran controlar el Congreso, darán marcha atrás a lo que él ha hecho a favor de los cristianos conservadores, de acuerdo a grabaciones obtenidas por NBC News, CNN y The New York Times.
«El nivel de odio, el nivel de ira es increíble», apuntó. «Parte de esto se debe a algunas de las cosas que he hecho por vosotros, por mí y por mi familia, pero las he hecho … Estas elecciones del 6 de noviembre son en gran medida un referéndum no solo para mí, es una referéndum sobre su religión, es un referéndum sobre la libertad de expresión y la Primera Enmienda «, dijo el presidente.
Si el Partido Republicano pierde, dijo, «ellos revocarán todo lo que hemos hecho y lo harán rápidamente y violentamente, violentamente. Hay violencia. Cuando ves a un ‘antifa’ (grupos de izquierda radical) y algunos de estos grupos, son gente violenta «, añadió Trump.
«Ustedes tienen que, espero, salir ahí fuera y conseguir que la gente nos apoye. Si no lo hacen, eso será el principio del final de todo lo que han conseguido», subrayó.
«Les pido que salgan y se aseguren de que toda su gente vota. Porque si no lo hacen, tendremos dos años muy miserables y, francamente, muy duros, porque entonces solo quedará una elección (la presidencial de 2020) para perder todo lo que tenemos», agregó.
Las comicios de noviembre servirán para renovar los 435 asientos de la Cámara de Representantes y un tercio de los 100 miembros del Senado, y se conocen popularmente como elecciones «de medio mandato», porque tradicionalmente suponen un plebiscito sobre el presidente en el cargo.
Trump presumió también de la orden ejecutiva que firmó el año pasado y que relajaba los límites a la actividad política de las Iglesias, al pedir a su Gobierno que no actuara contra los grupos religiosos exentos de impuestos que decidieran expresar su apoyo a candidatos políticos o participar en actividades partidistas. «Ya no están silenciados», recordó Trump a los pastores.
La ley de la que Trump dice que se “deshizo”, una afirmación desacreditada, es la llamada Enmienda Johnson. Esta disposición inserta en ley de 1954 dice que las iglesias y ONG «están absolutamente prohibidas de participar directa o indirectamente en, o intervenir en, cualquier campaña política en nombre de (o en oposición a) cualquier candidato para cargos públicos electivos».
«Ahora, una de las cosas de las que estoy más orgulloso es deshacerme de la Enmienda Johnson», dijo el presidente. «Eso fue un desastre para ti». El presidente no tiene el poder de revocar una ley, solo el Congreso puede hacerlo. El Tribunal Supremo también puede dictaminar que una ley es inconstitucional, pero no ha sucedido en este caso.