Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.

En Sri Lanka la población cristiana representa el siete por ciento, mientras que los budistas son cerca del 70 por ciento, los hinduistas son el 15 por ciento y los musulmanes el 11 por ciento.