Los medios de comunicación pueden fallar en su intento por combatir los estereotipos, debido a lo complicado que es logran empatar con el interés común de las audiencias, por lo que un error en este intento puede ser igual de negativo que la promoción de estereotipos.
En este sentido podemos entender lo que ha ocurrido con Cosmopolitan en Reino Unido, luego de que colocó a una modelo de talla extra en su portada, lo que le generó críticas al acusarla de normalizar la obesidad en un país con problemas de sobrepeso y diversas condiciones asociadas a pésimos estilos de vida.
Las críticas llegaron de Piers Morgan, un conductor de televisión cuya influencia en redes es innegable con más de seis millones de seguidores en Twitter y 200 mil seguidores en Instagram.
Comunicar sin estereotipos
La comunicación libre de estereotipos es una apuesta que ha crecido cada vez más, sobre todo en un momento en que las audiencias reclaman mayor identificación con su realidad.
Dentro de este intento, los contenidos han abierto la brecha a diversos segmentos editoriales que se han especializado en el diseño de estrategias comerciales que diversifiquen la publicidad y no dependan de la comercialización de imágenes irreales.
Al interior de la industria editorial resulta trascendente descubrir las tendencias que apuestan por la realidad de las audiencias y es importante abordarla para identificarse, sin embargo, algo fundamental es el interés que logran estos medios cuando sus estrategias aciertan.
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