El presidente, Joe Biden, aseguró este jueves en la Casa Blanca que la amenaza de una invasión rusa en Ucrania sigue siendo “muy alta” y que podría ocurrir “en los próximos días”. La responsable de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, Rosemary DiCarlo, advirtió que la situación es «extremadamente peligrosa» y urgió a resolver las tensiones a través de la diplomacia, tras las informaciones de choques armados en el este de Ucrania que elevaron la tensión.
“Tenemos razones para creer que están involucrados [Rusia] en una operación de falsa bandera”, aseguró Biden sobre estos choques, pero confió en que «hay un camino» para la diplomacia, incluso aunque no tenga previsto hablar con el líder ruso, Vladimir Putin.
El secretario de Estado, Anthony Blinken, afirmó esta mañana ante el Consejo de Seguridad de la ONU que esta crisis «trasciende a Ucrania» y «afecta a cada país del mundo».
«Lo que está en juego va mucho más allá de Ucrania. Este es un momento de peligro para la vida y la seguridad de millones de personas, así como para los fundamentos de la Carta de las Naciones Unidas y el orden internacional basado en normas que preservan la estabilidad en todo el mundo», dijo.
Blinken señaló también que Rusia planea «fabricar un pretexto para su ataque». «No sabemos exactamente la forma que adoptará. Podría ser un supuesto atentado terrorista inventado dentro de Rusia. El descubrimiento inventado de una fosa común, un ataque escenificado con aviones no tripulados contra civiles o un falso, incluso un ataque real con armas químicas”, dijo.
Y aseguró que Estados Unidos no quiere «lanzar una guerra», sino «evitar una», en esta reunión convocada para analizar la situación y tratar la implementación de los Acuerdos de Minsk, un arreglo diplomático adoptados en 2014 tras la invasión rusa de la península ucraniana de Crimea.
El Departamento de Estado confirmó este jueves que Rusia expulsó al número dos de su embajada en Moscú, Bart Gorman, medida que lamenta como “no provocada”. Asimismo, indicó que ya ha recibido la respuesta de Rusia a las propuestas escritas que EE.UU. le hizo en enero para resolver las exigencias de Putin en materia de seguridad.