ANCHORAGE, Alaska (AP) – Una tribu y ciudad de Alaska le pidió al gobernador que cerrara una pesquería próspera este año en respuesta a la pandemia de coronavirus.
El Consejo Tribal Curyung y la ciudad de Dillingham solicitaron el cierre de la pesquería de la Bahía de Bristol en una carta al gobernador republicano Mike Dunleavy el martes, informó Indian County Today.
La pesquería de la Bahía de Bristol generalmente se abre en junio y cosecha más salmón rojo que en cualquier otro lugar del mundo. Los pescadores capturaron 56.5 millones de salmones en 2019.
La pesquería atrae a unas 14,000 personas a la región para trabajar con compañías de plantas de procesamiento de pescado y atrae a unos 1,800 pescadores que han sido nombrados trabajadores esenciales por el estado.
«Nuestra comunidad no tiene la capacidad de controlar el movimiento de este grupo», decía la carta a Dunleavy. «Esto es inaceptable y nos coloca en una situación imposible».
La oficina del gobernador no respondió de inmediato a un mensaje en busca de comentarios.
El consejo tribal y la ciudad consideraron muchas alternativas, pero no pueden prever un plan que evite un impacto significativo del coronavirus en la comunidad, escribieron.
El consejo y la ciudad sostienen que no hay suficientes instalaciones médicas en la región o el estado para manejar un brote masivo de coronavirus.
«No hay forma de prevenir una posible situación de enfermedad en masa», decía la carta.
Para la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar enfermedades más graves, como neumonía y muerte.
Los funcionarios instaron a Dunleavy a determinar si los recursos limitados deberían destinarse a intentar controlar la pesquería o mitigar los impactos económicos de no tener una pesquería.
Alaska ha requerido que los procesadores de pescado que quieran operar en el área esta temporada presenten planes de salud y seguridad para prevenir la propagación del coronavirus.
El ayuntamiento y la ciudad acreditaron a los procesadores por considerar a los residentes en las propuestas, pero dijeron que «es terrible que nuestra comunidad deba confiar en su conciencia corporativa para ser parte del proceso de planificación».