Estados Unidos interpretó este domingo el nombramiento de un nuevo general ruso para coordinar la guerra en Ucrania como una señal de que están por venir más «atrocidades» y actos de «brutalidad» contra civiles ucranianos.
Altos cargos de la Casa Blanca reaccionaron así a la llegada al mando de la ofensiva rusa de Alexandr Dvórnikov, curtido en la guerra de Siria y actual jefe del distrito militar del sur, que incluye la anexionada península ucraniana de Crimea.