JUNEAU, Alaska (AP) – El gobernador Mike Dunleavy solicitó el jueves al gobierno federal una declaración de desastre mayor luego del terremoto del 30 de noviembre que sacudió Anchorage y otras partes del centro-sur de Alaska.
Dunleavy dijo a los reporteros de Anchorage que la declaración, de ser aprobada, liberaría dinero para ayudar al estado a recuperarse más rápidamente del terremoto de magnitud 7.0. En su carta para obtener la declaración, escribió que la asistencia federal es «esencial para la recuperación a largo plazo».
Según las cifras proporcionadas por el estado, las evaluaciones iniciales de daños y los costos para necesidades como vivienda temporal fueron de alrededor de $ 100 millones.
Dunleavy dijo que estaba esperando noticias sobre si el continuo cierre parcial del gobierno federal afectaría la solicitud del estado.
Pero dijo que las personas a nivel federal con las que se han estado comunicando los funcionarios del estado están conscientes de la situación del estado y de la «obligación» del gobierno de brindar asistencia.
Mike Anderson, portavoz del senador republicano Dan Sullivan, dijo por correo electrónico que la delegación del estado en el Congreso estaba trabajando para minimizar cualquier posible interrupción en la Agencia Federal de Manejo de Emergencias durante el cierre parcial.
Bryan Fisher, coordinador estatal en la división de manejo de emergencias de Alaska, dijo que no esperaba que un fondo estatal para desastres se agotara mientras se espera la noticia de la solicitud de declaración de desastre federal.
Fisher dijo que 7,700 habitantes de Alaska habían solicitado ayuda a través de un programa de asistencia estatal, una cifra que se espera que crezca. Dijo que el número actual de solicitantes de desastres es el más grande que ha visto en 25 años en el trabajo.
El día del terremoto, el presidente Donald Trump tuiteó que un «grande» había golpeado a los habitantes de Alaska.
«Su gobierno federal no ahorrará ningún gasto», dijo el tweet.