Los 20.5 millones de empleos perdidos en abril afectaron desproporcionadamente a los hispanos –los más golpeados por la crisis económica que está causando la pandemia del coronavirus– así como a otras minorías, los trabajadores de bajos ingresos y las personas sin educación universitaria. El reporte de empleos de este viernes, el peor desde que se tiene registro, expone la profunda inequidad dentro de la nación más rica del mundo.
Los hispanos son quienes más están muriendo por el COVID-19 en varias partes del país. Además, uno de cada 5 de ellos –el equivalente a más de 4 millones de personas– ha quedado sin empleo en medio de la crisis, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales.
En abril, la tasa de desempleo entre hispanos fue de 19%, una cifra histórica y superior a la de los negros (17%), asiáticos (15%) y blancos (14%). Con ella acaba una tendencia a la baja de la tasa de desempleo entre hispanos, que alcanzó su pico en 2010 con una tasa del 12.9%.
Debido a que trabajan en industrias afectadas por la crisis, como la hospitalidad y la construcción, los hispanos son dos veces más propensos a perder su empleo que los anglosajones, de acuerdo con una encuesta realizada por The Washington Post.
A la pérdida de empleo se suma la exclusión que han sufrido los inmigrantes sin papeles, quienes no fueron elegibles para recibir el estímulo económico federal. Aquellas personas casadas con inmigrantes sin papeles y que declararon sus impuestos en conjunto tampoco recibieron su cheque de apoyo.